¿Saben que extraño de ser freelance? El tiempo que tenía para mi.
Me mantenía creativa, me volvía más práctica a la hora de buscar soluciones para los problemas que se me planteaban.
Podía estar en 3 proyectos a la vez y los terminaba con tiempo y me quedaba con opciones para seguir buscándole soluciones a mis clientes... Esa libertad creativa e individualidad han hecho que hoy en día dentro de una empresa me sienta cautiva y desperdiciada.
No es fácil ser freelance. Muchas personas juran que por no estar en una empresa con jefes no sufres malentendidos y casi despidos injustificados.
Es obvio que tratas directamente con la fuente de trabajo, pero también hay momentos en el que trabajo escasea y tienes que hacer de todo para estirar el ultimo pago que recibiste porque debes de comer, pagar el alquiler, hacer diligencias. Y sin embargo, disfruto más de la libertad e individualidad así tenga que comer atún de lata por 3 semanas en lo que me uno a otro proyecto que el estar sentada por 8 (o más) horas en un cubículo, habiendo ya terminando mis trabajos pero "debo de esperar a que se termine mi jornada laboral", irme apretada e incómoda en el tren en el horario donde es casi noche y no tengo tiempo para estudiar, para hacer otra actividad de provecho o que sane mi espíritu creativo y libre, llegando a altas horas de la noche y con escasez de transporte y seguridad.
El freelance tampoco es para cualquiera y las empresas tampoco lo son para cualquiera.
No cualquiera puede trabajar bien en un ambiente de completa libertad ya que hay personas que fueron nadando con la corriente y se les enseñó a obedecer cánones de trabajo, valores empresariales y que además se sienten cómodos perteneciendo a la idea tradicional de un empleo (Empleado-Empleador). No está mal, pero no es para todos.
Habemos personas que si no tenemos tiempo para realizar nuestros proyectos alternos nos sentimos enfrascados en una rutina que nunca va a terminar. No crecimos con la idea de funcionar como engranaje de una maquinaria porque hemos aprendido a buscar nuestra función individual en múltiples lugares, proyectos y trabajos. Valoramos cada proyecto individual y trabajamos para personas. No está mal, pero tampoco es para todos.
Yo creo que la mejor manera de trabajar es como te sientas cómodo, libre y creativo.
Si eres feliz en un cubículo, laborando para empresas, y trabajando como una pieza de engranaje, disfrútalo, y hazlo lo mejor que puedas ya que eres feliz así.
Y si eres feliz trabajando para personas, siendo una función individual, trabajando a tu propio ritmo y valorando tu independencia, hazlo lo mejor que puedas y siempre recuerda ser feliz así.
Valora cada momento de tu libertad e individualidad y nunca dejes que lo que soñaste se vuelva un "yo siempre he querido hacer"... Vé y cúmplelo.
Y si hay algo que te ata a no conseguirlo, desátalo.
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